jueves, 30 de septiembre de 2010

Poesía en Minutos 21


No recuerdo si fue ayer cuando te vi por ultima vez
creo que solo han pasado como 5 años sin saber de ti
ese tiempo no ha sido en vano mas sin embargo aun te extraño
al parecer tu ya seguiste tu camino, como yo el mio
pero si en algún momento volvemos a encontrarnos
no dudes en pensar.... porque te sigo amando.

Poesía en minutos 21

viernes, 17 de septiembre de 2010

Insomnio (post # 100)

Insomnio



Era medianoche y la sombra de aquel viejo arbol entraba por mi ventana encerrado dentro mi habitación aquella sombra me hacia fantasiar sobre algún mounstruo o asesino que vendría en cuanto cerrara mis ojos, al pensarlo me aterraba la sensación de poder dormir.

Pero después de unas horas el cansancio me vencia, como cada noche solo dormia aproximadamente 4 horas, en donde desconocia lo que pasaba a mi alrededor, solo aquella sombra y mi cuerpo en la cama era lo unico que recordaba cada mañana.

Durante meses he pasado por esta situación, desde que te fuiste no he podido consiliar el sueño, extraño tus manoteos cuando entre pesadillas gritabas con fuerza y me despertabas de un golpe, me acostumbre a vigilar tu sueño, observarte por horas mientras tu dormias, yo cuidaba de ti.

A veces me pregunto si tu lo hacias conmigo, el hecho de vigilarme o estar observandome mientras yo dormia, soñaba o tenia pesadillas, o que vieras como me movia de un lado a otro, la verdad lo desconosco ya que nunca platicabamos de eso en la mañana.

Cada mañana desayunabamos sin decir nada, absolutamente nada solo nos mirabamos y con eso bastaba para saber que pensabamos o deciamos entre si, nuestra quimica era perfecta, bueno tan perfecta que nunca habiamos peleado.

Y me vuelvo a preguntar, posiblemente eso nos falto en realidad, haber peleado, hablado o que se yo, algo que cambiara nuestra rutina matutina, posiblemente un como amaneciste o dormiste bien hubiera bastado para romper ese hielo que existia cada mañana a la hora del desayuno.

Me he envuelto en tu olor cada noche esperando posiblemente que regreses y entres por esa ventana como lo hace la sombra de aquel arbol que vigila mi cuerpo y mis cueños como me hubiera gustado que lo hicieras tu alguna vez en tu vida.